Me gustaría contaros un poquito de mi historia pesonal para que me conozcáis mejor.
Fui la mayor de las hermanas y las primas. Responsable, buena, estudiosa, tranquila... ¿te suena?
Todo eso también se traducía en autoexigencia, sacrificio, control, timidez... pero de eso sería consciente mi yo adulta.
Fui una niña feliz. Sensible, justiciera, familiar y bondadosa.
Mi adolescencia fue tranquila más allá de preguntar el ¿Por qué? de todo.
Buena estudiante, buena hija, buena novia...
Me licencié en Administración y Dirección de empresas porque “se me daba bien”.
Y a mis 23 años mi cuerpo gritó por primera vez. Esa no era la vida que quería. ¿Pero qué quería entonces?
Empecé a ir a terapia y me interesé por las terapias alternativas. Reiki, tarot terapéutico, constelaciones familiares, terapia Gestalt... y me formé porque eran terapias que a mi me ayudaban con el estrés, la ansiedad, la autoexigencia, la necesidad de control...
Pero las terapias eran un “hobbie”. Durante más de 11 años trabajé como responsable de gestión de personas en una empresa grande. Lo que me llevó a sostener un nivel de estrés y ansiedad muy importante.
Durante mucho tiempo me encantó mi trabajo, pero se volvió insostenible para mi.
Y esto me pasó hace 8 meses. Mi cuerpo volvió a gritarme, que esa no era la vida que yo quería. Así que paré todo y me escuché.
Y después de mucho trabajo terapéutico, aposté por mi, por quién soy y por lo que quiero hacer.
Dejé mi trabajo y aposté por Espai Místic.
El miedo, la incertidumbre, la ansiedad... me siguen acompañando pero he aprendido a gestionarlos.
Por eso te puedo acompañar. Por mi experiencia.
Porqué sé lo que es estar perdida, lo que es necesitar algo más que una terapia mental.
Porque yo también convivo con la desconexión emocional, el miedo, la ansiedad la autoexigencia, el control...
Y he aprendido a lidiar con todo eso.
Desde un lugar más espiritual, más energético, más conectada a mi y a la vida, con más luz.
Encantada de poder ser tu faro.