Tantra

El Tantra es un camino espiritual que favorece despertar la conciencia a todos los aspectos de nuestra vida, para ponerle presencia y luz a todo lo que hacemos.

Busca activar los puntos energéticos con ejercicios de meditación que permiten sensibilizar el cuerpo, calmar la mente, aquietar las emociones y entrar en contacto con un elevado estado de conciencia (lo divino).. Para la mujer es preciso conectar con su lado masculino para conocer a su pareja y sintonizar con él; lo mismo para el hombre con respecto a la mujer. El tantra ayuda a transformar la energía que da el sexo en amor y ese amor, a su vez, en espiritualidad.

El cuerpo guarda potencialidades insospechadas, energías extraordinarias que la práctica del Tantra despierta y desarrolla.

El Tantra considera que cada célula es un ser viviente, consciente por sí mismo, dotado de un psiquismo, de emociones, de memoria, es decir, de una conciencia lúcida. Así, la conciencia es una propiedad de todo el cuerpo, no solo del cerebro. Uno de los objetivos del Tantra es poner al yo empírico en contacto consciente y confiado con la Inteligencia superior del cuerpo.

El cuerpo es la piedra angular del Tantra. El cuerpo real es un universo de una complejidad extraordinaria. El cuerpo vívido es una simple imagen, un esqueleto, una construcción mental, y es el único aspecto que el individuo conoce. El cuerpo es producido y animado por una Inteligencia creadora, la misma que suscita y preserva el Universo, desde la más ínfima partícula subatómica a las galaxias.

Detrás de una aparente inmutabilidad relativa, encierra un proceso, un acontecimiento importante. Parte del cosmos en movimiento, cambia a cada instante. Su esencia es un dinamismo inteligente vinculado con el todo. El mundo de los objetos y de los seres no está hecho de unidades aisladas, sino más bien de procesos dinámicos en perpetuo cambio unitario.