Encuentra un lugar tranquilo y siéntate cómodamente. Cierra los ojos y comienza a respirar profundamente. Imagina una luz blanca curativa entrando en tu cuerpo con cada inhalación y expulsando cualquier enfermedad o malestar con cada exhalación. Concéntrate en cualquier área de tu cuerpo que necesite curación y envíale esta luz curativa.