Conéctate con tus emociones: Antes de comer, tómate un momento para observar/sentir tus emociones. Pregúntate ¿Estás comiendo por hambre física o emocional? Si es emocional, busca otras formas de lidiar con esas emociones, como practicar la meditación, dar un paseo o hablar con alguien.