Cristina Bolívar es reconocida por sus largos años de excelencia en la transformación de las personas y las organizaciones a través de herramientas como el Coaching y el Eneagrama, en su escuela Essential Institute (www.essentialinstitute.org)
Los conceptos más relevantes en torno al que gira este artículo son: coachee, herida, ego, niño/a interior, dolor emocional y la epimeleia.
Para los/las más nuevos en esta disciplina conviene clarificar que se denomina Coaching a la terapia, Coach al experto/a y Coachee al cliente/a.
El Coaching es una técnica basada únicamente en preguntas poderosas dirigidas al coachee por parte de un profesional experto. Se cree fehacientemente que el coachee es capaz de encontrar las respuestas a sus propias inquietudes o problemas, tan solo necesita de una estimulación intelectual adecuada.
Cuando se habla de niño/a interior, se hace referencia a una parte antigua de nosotros mismos que aparece en forma de emociones, pensamientos y sentimientos que se activan ante determinadas circunstancias. Todos tuvimos heridas emocionales en la infancia que no pudimos resolver. Si estas vivencias no fueron reparadas, nuestro niño se quedó dañado. Entonces de adultos lo podemos sentir dentro de nosotros, ya que crecer por fuera no siempre implica crecer por dentro.
Exploremos de qué manera se combina todo, tomemos consciencia de los procesos implicados, y hagamos uso de los conocimientos que Cristina nos aporta para sanar y mejorar nuestra calidad de vida emocional.
La cuestión que más inquieta a los humanos es el sufrimiento.
El ego tiene sus estrategias para protegernos del dolor, pero si toma el poder paradójicamente acaba por meternos en el camino del sufrimiento, que es justo lo que intentaba evitar.
Por tanto, la salida es otra, es trascenderlo, cuidarnos, sanar nuestra herida, iniciar un proceso basado en el amor y la completitud para así transformar nuestro ego en nuestro talento-don.
De ello trata este artículo.
Y de cómo facilitar este camino en un proceso de coaching.

La ley del 1

Como nos explica Abdul Karim Baudino en su libro “el eneagrama sufí” existe la ley del 1, donde el 1 representa el centro, la identidad, la esencia, en oposición al descentramiento, que representaría la identificación con el ego. En esencia estamos en el centro, en ego estamos descentrados.
La Ley del Uno es la Ley del Amor. El poder de la atracción que cada Esencia ejerce sobre Sí misma.

La salida al sufrimiento tiene que ver con un ser centrado en sí, en contacto con su sabiduría, en lugar de descentrarse en el ego.
El mundo desde el ego
¿Por qué no podemos mantenernos centrados en completitud con nuestra esencia?, ¿por qué nos descentramos al ego?
Porque el ego, estructura psicológica defensiva de adaptación social, intenta protegernos del dolor de nuestra herida.
Pero el ego no cuida, solo la intenta proteger, y lo hace a través del juicio, la no-aceptación, el no-amor, la auto-exigencia… y de ahí la desconexión con el ser esencial que somos. Nos niega por una falsa identidad que viene solo a tapar la herida.
Nacemos con una esencia, unas posibilidades de ser que incluyen la vulnerabilidad. Pero nazco en un mundo lleno de dificultades y así aparece la herida, un vacío, algo que queda no construido de nuestro ser.
A partir de la herida, se activará el miedo al dolor y el ego entrará en funcionamiento reactiva y problemáticamente muchas veces.
Somos lo que somos, seres profundamente humanos, vulnerables, limitados, que apenas podemos conocer nada y estamos atrapados en nuestras mentes.
La herida

El dolor emocional nos muestra dónde tengo que cuidarme y renunciar al control y aprender a vivir la experiencia de ser, en conexión conmigo, escuchándome compasivamente, humildemente.

Hay tres heridas. A todos nos afectan las tres, pero solo una, basándose en nuestra subjetivación, se conforma como nuestra herida, nos pone realmente en crisis y es la base de nuestro ego. El alejamiento esencial ocurre porque intentamos evitar el dolor en una de estas heridas.
El ego vive permanentemente desde la carencia, la esencia eternamente en la plenitud.
Muchas veces no es fácil identificar la herida, por ejemplo, un coachee dice: “No quiero ser abandonado”. Podríamos pensar que es una herida de AMOR. Pero cuando preguntamos: ¿qué pasa si te dejan? y él responde: No sabría qué hacer en esta vida, no me sentiría capaz de… Vemos que lo que existe en realidad es una herida de Autoconfianza.
Cada una de estas heridas viene a ser tapada, como muestra el eneagrama, por tres tipos de ego, lo cual da 9 eneatipos o estrategias de protección de la herida – personalidades que, entre todas, formarían la esencia.
La idea sería reconocer el eneatipo-ego y preguntarnos: ¿para qué hemos construido esta falsa imagen? De forma que pueda reconocer esta herida antes de hacerle caso al ego.
El camino a la sanación en Coaching Esencial: el ego se transforma en nuestro talento-don
La salida está en el camino del cuidado de sí, la epimeleia heautou griega.
La epimeleia es una actitud de relación con uno mismo, con los otros, con el mundo, una mirada sobre lo que uno piensa y una manera de ser.

El estulto no se ama, es el ignorante de sí, necesita conectar con su sabiduría interior, con su capacidad de amarse desde la humildad, en la completitud del ser que es para pasar de estulto a sapiens.
Crecer espiritualmente es generar vínculos de amor con uno mismo.
Ese es el camino que propone el Coaching Esencial, sea cual sea el nivel de consciencia en el que se encuentre el coachee, el trabajo es acompañarle a su siguiente nivel de aceptación de sí, de cuidado de sí, para trascender el ego y convertirlo en su talento-don, conectándose con su sabiduría interior, sanando la herida, descubriéndola y aceptándola.
Deja de pelearte con tu condición de humano, renuncia al control y al poder, ríndete … Transforma tu fragilidad en grandeza.

El dolor emocional nos indica cuál es la herida. Amarnos es lo que nos permite entrar en ese espacio de sabiduría en un proceso no lineal que nos va acercando a la esencia, facilitando la consciencia y el autoconocimiento del ego, de forma que el coachee pueda transcenderlo y manifestarse desde su potencial para conseguir meta-resultados. A través del modelo de Coaching Esencial y sus fases, acogiendo al niño interior facilitando que el ego permita desarrollar la polaridad, abrazar la sombra, ampliar el contacto con las distintas energías (eneatipos) del ser (esencia) para pasar de una falsa identificación a una identidad más acorde con la realidad del ser … Generando sabiduría.
La función del coach no es engordar al ego, sino facilitar trascenderlo, porque allí se encuentra el verdadero potencial.

Caso de coaching: el Caso CC (Caja de Cartón), o una herida de autoestima.
Demanda del coachee:
Ver qué me pasa en las relaciones de pareja que no me acaban de funcionar.
Niña herida:
Aparece el miedo a no ser la elegida por “no ser suficientemente lo que sea”.
Emerge el recuerdo de cuando la coachee tenía 3 años, visualizado y vivido casi con la intensidad emocional del momento: su padre abraza a su madre, ésta la mira como diciendo “es mío, yo soy la elegida”, la coachee recuerda sentir la vergüenza por no sentir estar a la altura.
Ego:
A partir de entonces busca ser amada a través de lo que hace, consigue y de ser buena niña, intentando ser como su madre, convencida de que por ella misma no estará nunca a la altura, no será la elegida.
Dinámica: “No muestro el regalo que soy porque en el fondo no creo que haya “regalo”. Me protejo ante la posibilidad de no ser la elegida, boicoteando las situaciones donde pueda quedar expuesto mi ser. Pongo mil pruebas que el otro ha de superar y me mantengo en mi coraza justificándome diciendo que el otro no me merece.”
El otro se aleja cansado de ver solo la caja de cartón (coraza-ego), el crítico no permite que mostrarse, bloquea toda intimidad, se elige a alguien que no desee y muestre intimidad, convencido de que no hay nada digno que mostrar porque no se está a la altura, cualquier otra mujer es mejor, y se hace todo lo posible por demostrarlo para proteger que la niña herida vuelva a ser herida.
Y así permanece la herida y el ego que la pretende proteger, al mismo tiempo que alimenta el sufrimiento, aislamiento, culpa, miedo y sensación de baja valía personal.
Trampa: Esconderse, boicotear las relaciones. Salvaguardarse justificando que el otro no merece que se muestre.
Hipótesis: Herida de autoestima, ego enea3.

Foco y estrategias de la intervención en Coaching Esencial:
Desvelar al ego y quitarle poder, recuperar un espacio de sabiduría interior. Abordar la herida para sanarla desde el amor hacia la niña herida, actualizando la vivencia: ya no es la niña frente a su madre, es una mujer completa.
Fortalecer la confianza frente al miedo a la intimidad y al rechazo. Desempoderar al crítico interior.
Pasar a la experiencia conscientemente para generar una nueva experiencia emocional.
Algunas preguntas clave:
- ¿Para qué pones pruebas?
- ¿Qué intentas proteger?
- ¿Qué pasaría si te eligieran?
- ¿Qué intentas conservar?
- ¿Para qué evitas la intimidad?
- ¿Para qué eliges los hombres que eliges?
- ¿Qué te dices?
- ¿Eres ahora la niña de 3 años?, ¿Quién eres ahora?
- ¿Desde dónde podrías estar para confiar?
- ¿Quién ha de amarte?
- ¿Qué puedes hacer de forma distinta?
Algunas herramientas de Coaching Esencial:
- Voice Dialogue.
- Eneagrama.
- Visualización de la niña interior.
Encontrarse, reencontrarse, reconocerse y amarse en la inmensa belleza que es uno.
Cris Bolívar
Coach esencial
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