Las Constelaciones Familiares son una herramienta que nos permite explorar nuestras relaciones y nuestros vínculos. ¡Nunca es tarde para sanar!
¿Qué es un Taller de Constelaciones Familiares?
Un taller de constelaciones es un espacio terapéutico y vivencial donde trabajamos con las dinámicas invisibles que influyen en nuestra vida desde los vínculos familiares, ancestrales y relacionales. A través de una metodología sistémica, representamos situaciones personales para mirar con amor y profundidad aquello que a veces se repite, duele o nos limita sin que comprendamos del todo por qué.
¿Qué se trabaja?
Durante el taller, exploramos temas que pueden ir desde relaciones familiares, de pareja o laborales, hasta bloqueos emocionales, síntomas físicos, duelos no resueltos o decisiones importantes.
El trabajo nos permite:
– Identificar patrones inconscientes heredados del sistema familiar.
– Liberar cargas que no nos pertenecen.
– Ordenar internamente nuestras relaciones y emociones.
– Honrar nuestro origen y tomar fuerza para vivir con mayor conciencia, libertad y paz.
No es necesario contar toda tu historia para sanar: la constelación se expresa más allá de las palabras.
¿Quién puede asistir?
Este taller está abierto a cualquier persona que desee mirar con amor su historia y abrirse a nuevas comprensiones. No se necesita experiencia previa ni estar en terapia. Puedes participar como:
Consultante: si quieres constelar un tema personal.
Representante: si deseas vivir la experiencia acompañando los procesos de otros (también profundamente sanador).
Observador: Si quieres asistir, pero sólo para observar, sin representar o consultar algún problema.
¿Por qué no te aseguro que constelarás?
En este espacio trabajamos con la sabiduría del momento presente. No elijo de antemano quién va a constelar porque confío profundamente en la intuición, el ritmo del grupo y lo que el campo muestra como disponible para ser trabajado.
Mi compromiso es ofrecer lo mejor de mí a cada persona que asiste, pero eso no siempre significa que ese día sea el momento adecuado para constelar un tema específico. A veces, la persona aún no está lista para mirar lo que la constelación puede mostrarle, o yo misma no siento la disposición o claridad interna para acompañarla con la presencia y responsabilidad que merece.
Este es un intercambio humilde y justo, donde todos recibimos algo, incluso si no llegamos a constelar nuestro tema de manera directa. El simple hecho de estar presentes, representar o sostener el espacio ya puede abrir caminos de comprensión y sanación.